Acudí a consulta de urología porque tenía
inconvenientes para retraer el prepucio en su totalidad al momento de mantener
relaciones y para orinar. Para mi sorpresa, esta condición es bastante común,
tiene el nombre de fimosis y muchos hombres como yo, ya sea por vergüenza u otros
motivos, prefieren vivir con ella. Por mi parte, y por recomendación de la
doctora, tomé la decisión de hacerme la circuncisión.
La
doctora me explicó el procedimiento, que el mismo era sencillo, que el dolor
sería algo soportable y podría reincorporarme a mis labores habituales en un
periodo de una semana. Al final comprendí que los beneficios que
obtendría al hacérmela valían la pena.
Tras realizarme la cirugía, no necesité medicación adicional para dolor. Lo
que sí me incomodó un poco fueron las erecciones nocturnas, pues tenía los
puntos y mucha sensibilidad en el glande, pero era soportable. Al cabo de 1 semana mi rutina fue completamente
normal y no sentí molestias considerables. En base a esta
experiencia personal, considero que si se siguen al pie de las letras las
recomendaciones de la Dra. Katherine, todo saldrá a la perfección.
A cualquier persona que deba hacerse la cirugía y
tenga dudas, le recomiendo que no lo piense 2 veces antes de hacérsela.
Información hay mucha. Sin embargo, encontrar un profesional que le de la
confianza para tomar el paso es lo más importante, esto marcará la diferencia
para que su cirugía sea todo un éxito. Tuve suerte de haber encontrado en la Dra. Katherine Henríquez
a ese profesional. Hoy me siento mejor conmigo mismo y los resultados son
exactamente lo que esperaba.
- Francisco, costarricense, 35 años
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